sábado, 29 de mayo de 2010

Día cero

Largo donde los haya. Ya si que se sienten los nervios. Me he
levantado bastante antes de lo previsto, pero eran demasiadas cosas
para fallar: bajar todo, tirar la basura, cargar todo al coche, ir
cerca de la estación de las margaritas, descargar, ir a la estación,
coger el tren, luego transbordo hasta el metro, y por fin llegar a la
estación de autobuses. Al final me ha sobrado más de una hora.
Ya antes de subir al autobús he conocido al primer compañero de
fatigas. Se llama José Miguel y es de Sevilla. El ha sido bastante más
chulo que yo, puesto que en vez de cargar como una mula con la bici,
la ha facturado por mensajero. La próxima, ya veremos.

Viaje en autobús tranquilo, con algún retortijón que otro, pero hasta
Pamplona bien, donde he quedado con mi amiga Cristina que al final con
las prisas (he llegado a las 15:20 y para Roncesvalles salía a las
16:00) nos ha dado tiempo a saludarnos y poco. Menos mal que ha venido
a la estación, que si no habría sido imposible seguir el plan previsto
que era darle la bolsa de la bici para que me la envíe a Santiago y
así poderla usar también en el viaje de vuelta.

Menudo susto. Empezamos la aventura. Mientras yo estoy montando la
bici, José Miguel se acerca a la taquilla para comprarme el billete.
Al poquito vuelve y me dice que no dejan a más gente con bicis.
Fli-pa. Menos mal que el conductor se ha apiadado de mi y me ha hecho
un hueco, que si no, lo mismo todavía estaba dando pedales intentando
pasar en bici los dos puertecitos que hay para llegar.

Llegados al destino, más gente que en la playa de Benidorm. Menos mal
que todo el viaje he ido comentando la jugada con mi amigo Miguel
Angel (Tibu), que con sus conocimientos del medio y su conexión a
internet, me ha llevado por el buen camino. Después de asistir a la
misa del peregrino. Me he bajado a un camping que previamente había
reservado (10 minutos antes) que además está que te cagas de bien. Por
10 leuros, duermo en un bungalob individual.

Llegando estas horas, después de disfrutar de una cena en compañía de
José Miguel, voy a proceder a apagar el chisme este que ya me pican
los ojos. Mañana más y mejor. Ahora si que estamos aquí!

1 comentario:

  1. Que envidia!!! Sana por supuesto. Disfruta cada kilómetro porque ya verás como el camino engancha.

    Y para nosotros va a ser un lujo tenerte allí con el blog este que te has montado.

    Mucho cuidado en las bajadas, que te conozco.

    ResponderEliminar